El pasado viernes 10 de junio, celebramos el Encuentro final de curso de animadores de la misión en el Obispado de Alicante.
Asistieron grupos de Catral, voluntarias de Alicante, Misioneros de la Consolata, miembros de OCASHA... entre otros.
La tarde comenzó en la capilla con una vigilia de oración, organizada por el laico d. Enrique Amérigo (de Misioneros laicos de OCASHA-Cristianos con el Sur), acompañados de nuestro obispo, D. José Ignacio Munilla
Monseñor Munilla también nos habló de un modelo a seguir para nosotros, como es el recientemente canonizado sacerdote y misionero en el Magreb san Carlos de Foucauld. A mí particularmente me llamó la atención, de todo lo dicho por nuestro Obispo, su perseverancia en la evangelización en este territorio, a pesar de no ver frutos en su labor (d. José Ignacio relató que, a buen seguro, ésta es la cruz que san Carlos de Foucauld QUISO OFRECER A DIOS: el permanecer allí, a pesar de no ver frutos por ningún lado; y que los frutos vinieron después de su muerte).
Muy interesante una reflexión del mismo d. José Ignació: “es sencillo ser feliz. Lo difícil es ser sencillo”. Llamo la atención a más de uno de los asistentes, como por ejemplo destacó el agente laico de pastoral misionera de la parroquia de La Paz de Villena, d. Ovidio Escolano Beltrá.
Posteriormente, tomó la palabra el sacerdote d. Mariano Martínez Pérez, actual párroco de s. José de Carolinas de Alicante, de 53 años y misionero durante 10 años.
Con 12 años comenzó el seminario y es allí, cunado los del IEME iban una vez al año a visitarlos para darles su testimonio, que le surgió el interés por las misiones. El 2005 se fue un mes a Nicaragua donde habían 40 comunidades y daban misas 2 veces al año. Cuando regresó le comunicó al Obispo que quería irse de misionero y en 2008 hace el curso en Madrid y en 2009 se fue con el IEME a Nicaragua. Nos habló de las dificultades de vida en este país centroamericano. Destacó su relato de cómo a veces los poderes civiles están llenos de corrupción y cometen muchos abusos con el pueblo como, por ejemplo, la expropiación forzada de tierras de los campesinos, y el consiguiente empobrecimiento de la población. Y cómo la Iglesia a veces ha dado la cara denunciando estos abusos, siendo víctima también de los abusos del poder. A veces, incluso hay sacerdotes y religiosos que han pagado con su propia vida (yo recordaba en su testimonio a san Óscar Arnulfo Romero, un sacerdote católico salvadoreño, cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos, y que fue asesinado precisamente por su valentía en la defensa de los más pobres).
El estaba encargado de una parroquia con el siguiente plan pastoral:
* La Evangelización. * La formación. * La promoción. * El autosostenimiento
Para finalizar y como director del secretariado diocesano de Misiones, informé de diversas actividades de animación misionera, como el Campamento de verano de infancia misionera que será del 19 al 24 de julio en Benejama (estuvo con nosotros el organizador de dicho campamento d. César Mira Botella, agente laico de pastoral de misiones de la Basílica Ntra. Sra. Del Socorro de Aspe).
Santiago Estradera Gómez,
Director del Secretariado diocesano de Misiones de Orihuela
