jueves, 5 de mayo de 2022

VOCACIONES NATIVAS: Justina admiraba a las misioneras españolas.

 



Justina Banda, una religiosa de Zimbabue, ha relatado cómo la forma de vida de las misioneras españolas le conmovió tan profundamente que pese al rechazo de su padre pudo seguir sus huellas. Es una de las numerosas vocaciones nativas que surgieron en Zimbabue gracias a la siembra de los misioneros, y que necesitan apoyo para poder seguir formándose. Ha sido en la presentación de la Jornada de Vocaciones Nativas, que se celebra en España el próximo 8 de mayo, junto con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.

Justina nació en un poblado en Zimbabue. Allí trabajaban misioneros españoles, concretamente sacerdotes del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) y Misioneras Hijas del Calvario. Desde muy pequeña, Justina veía con admiración lo que las monjas hacían: visitaban las comunidades, atendían a bebés, a gente que moría de hambre y de enfermedades… “El Espíritu Santo me movió para decir: mira, si esta gente que ha venido de lejos está aquí ayudando a nuestro pueblo, a mí también me gustaría ayudar a mi gente y evangelizar”.

Su decisión no fue bien acogida por su padre, que iba a perder la dote si ella no se casaba. Finalmente, con el apoyo de su madre, pudo formarse como Misionera Hija del Calvario. Su carisma: estar en los calvarios del mundo, trabajar con los pobres, con los que tienen sida, los huérfanos… “Como las monjas dejaron estas huellas, yo estoy siguiendo estas huellas”.

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