La peregrinación que el Santo Padre iniciará el próximo sábado 24 mayo a Tierra Santa, con ocasión del 50 aniversario del encuentro entre el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras en Jerusalén, ha llevado alegría a una zona acostumbrada a la inquietud que produce una situación política permanentemente inestable.
La misionera madrileña Elena Dávara, que lleva muchos años viviendo en Palestina yha recibido en esta tierra a los papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI, no podrá hacerlo esta vez por estar circunstancialmente en Roma; pero sabe que “la fiesta será grande, porque la fiesta es necesaria, vital, sobre todo cuando se viven a diario tantas dificultades y tanta lucha por el reconocimiento de la dignidad y los derechos mínimos del ser humano”.