Los escasos recursos económicos impiden que muchos jóvenes puedan formarse para continuar con su vocación.
En el año 2012, la Obra de San Pedro Apóstol envió 27.341.298 $ para ayudar a 80.299 vocaciones y colaborar en el mantenimiento de los seminarios y conventos. El 90% de los beneficiarios fueron seminaristas, mayores y menores. Además de ayudar a la formación, la Obra de San Pedro Apóstol destinó 3.784.010 $ a proyectos extraordinarios, como la construcción de seminarios o la restauración de aulas, entre otros. En total, fueron ayudados 743 seminarios. El continente que recibió más ayudas de la Obra de San Pedro Apóstol fue África, seguido por Asia.