Llegué a República Dominicana el 16 de mayo de 2003, con la alegría de
poder entregarme a estas personas tan sencillas.
2003-2004 viví en San Francisco de Macorís. En 2004 -2007 en Santo domingo.
En 2007-2008 En la Romana y en 2009 a
Santo Domingo, nuevamente. En 2010 cuando el terremoto de Haití pude ir a
ayudar allí, y sin saber el idioma, pude participar recibiendo el cariño y a la vez transmitirles el lenguaje del cariño
y la alegría.
Las Religiosas Adoratrices estamos
en República Dominicana desde 1986, en Santo Domingo. A La Romana fuimos en
1987, a San Francisco de Macorís en 1992 y a Santiago de Los Caballeros en
1997.
Desde Rep. Dom. Fuimos a Cuba en
2007, en un primer momento en Los Palacios –Pinar del Rio- y después en 2012 pasamos a la Habana. Y Brasil en 2010 pasó a formar parte de
nuestra provincia religiosa. En Brasil estamos desde 2006.
En las seis comunidades estamos en barrios sencillos y muy pobres, y por lo
general, algo conflictivos.
La misión que realizamos, en todas las comunidades, en la medida de lo
posible, es con mujeres que ejercen la prostitución y que se encuentra en
contextos de explotación sexual. La realizamos por medio del desarrollo de
programas y proyectos de intervención directa y formativa, en colaboración con
entidades públicas y privadas en la defensa de los derechos humanos. Promovemos
la atención de las mujeres, su promoción personal y su inserción social, acorde
a su dignidad (creadas a imagen de Dios).
En Santo Domingo tenemos
talleres ocupacionales en los que hacemos lencería para bebe y serigrafía, y
con lo que se produce y se vende a comercios que colaboran con la misión
dándonos trabajos y con lo que conseguimos ingresos, además de donaciones de
bienhechores y subvenciones. Similar es en La Romana y San Francisco. -La
Romana tiene taller de velas-.
En Santiago un centro de
Escucha, donde pueden ir las mujeres que se van conociendo, a través de la
visita a los locales donde están y en la unidad de calle.
Aquí en Brasil el Centro de
Referencia donde atendemos todos los días, con diferentes actividades. Acogemos
a Mujeres, que quieren un nuevo Proyecto de vida en nuestra casa, y una unidad
de calle, que las atiende en sus locales de trabajo.
En Rep. Dominicana, en las 4 comunidades, también se tiene el programa de
apadrinamiento de los hijos de nuestras chicas o mujeres, el número mayor del
programa de Madre Coraje –Jerez de la Frontera. Cádiz- y otras de personas
particulares, para apoyo de sus estudios y familia.
Doy gracias a Dios por haberme permitido vivir esta experiencia en estos
lugares de pobreza y de personas tan sencillas y acogedoras, que me transmiten
la alegría y la generosidad de compartir lo que tienen.
He tenido la suerte de estar en los tres países y conocer estas realidades.
Que mayor predicación puedo hacer que transmitir la “alegría de la entrega incondicional a Dios y a los hermanos, y allí
donde la obediencia me mande”
Encontrar al Señor, ser mensajera de Él, es un signo de alegría en el
espíritu. La alegría nace de la gratuidad de este encuentro. Y la alegría de
encontrarme con Él, hace que no me cierre en mi misma, sino que me abra y me
lleve al servicio de la misión. Como Adoratriz, viviendo con alegría, el Carisma
de Adoración- Liberación.
Esta alegría se hace realidad en todo lo que hago.
En la Eucaristía, que da sentido a mi vida, encuentro fuerza, alegría...
para todo, para realizar la misión. En los momentos más complicados agarrarse
al “Eje” principal que es Él, a través de la oración.
Es una gracia de Dios, poder realizar la misión. Nos acogen muy bien y
muchas personas buenas colaboran con nosotras. Me siento muy feliz de poder
trabajar aquí y con todas estas personas, que me enseñan mucho cada día.
Silveria Rocamora García. Religiosas Adoratrices