Para que las Iglesias de América Latina, como fruto de la misión continental, envíen misioneros a otras Iglesias.
Unos días después de su elección, el Papa Francisco enviaba una carta a los obispos argentinos, reunidos en Asamblea plenaria, en el que les expresaba la importancia de “salir de nosotros mismos”. Una Iglesia que no sale se enferma, decía el Papa: