unas palabras para el DOMUND.
Desde la Archidiócesis de Trujillo en Perú, desde su
puesto de rector del seminario Mayor San Carlos y San
Marcelo donde se dedica a la formación de 120 seminaristas.
¡TODOS SOMOS MISIONEROS!
En la Iglesia de Jesús, todos somos misioneros, aunque no del mismo modo. Dios
a cada uno nos ha regalado los talentos que ha considerado mejor para ponerlos
al servicio del bien común. Lo importante, por tanto, no es el lugar donde
vivimos, sino cómo vivimos en ese lugar.
Con ocasión del DOMUND y al cumplir hoy cinco años de misión en el Perú, animo
a superar todo temor e incertidumbre a cuantas personas sientan que Dios les
invita a salir a la misión ad gentes, a ir a otro lugar, a darse sin medida, a
entregar sus propias vidas y bienes como testimonio de fe. Todo es fácil cuando
uno acoge la propuesta fascinante de Dios. Nada es imposible para Él y todas
las dificultades se superan con su gracia. Si Jesucristo les envía a la misión
allende los mares, ojalá escuchen su Voz. ¡No se arrepentirán!.
Quiero agradecer todo el afecto y apoyo que tantas personas anónimas brindan a las comunidades acompañadas por misioneros y misioneras en los cinco continentes. ¡ Dios les pague! Y les ruego no dejen de rezar por la fidelidad de los misioneros y el aumento de vocaciones sacerdotales, especialmente en los países de misión.
Unidos siempre en la oración y en la misión,
Jaume Benaloy Marco
En la Iglesia de Jesús, todos somos misioneros, aunque no del mismo modo. Dios a cada uno nos ha regalado los talentos que ha considerado mejor para ponerlos al servicio del bien común. Lo importante, por tanto, no es el lugar donde vivimos, sino cómo vivimos en ese lugar.
Con ocasión del DOMUND y al cumplir hoy cinco años de misión en el Perú, animo a superar todo temor e incertidumbre a cuantas personas sientan que Dios les invita a salir a la misión ad gentes, a ir a otro lugar, a darse sin medida, a entregar sus propias vidas y bienes como testimonio de fe. Todo es fácil cuando uno acoge la propuesta fascinante de Dios. Nada es imposible para Él y todas las dificultades se superan con su gracia. Si Jesucristo les envía a la misión allende los mares, ojalá escuchen su Voz. ¡No se arrepentirán!.