Propuesta
de itinerario para acompañar a los niños en el camino del Adviento y
ayudarles a descubrir el verdadero sentido de la Navidad. Domingo tras
domingo, aprenderán a tener los "ojos abiertos", para
ver la presencia cercana de Jesús; el "corazón ardiente",
para acogerle y amarle; los "pies ligeros", para ir a
adorarle; y las "manos extendidas", para dar, recibir y
compartir con los más necesitados.
Así
los niños podrán convertirse en pequeños misioneros en medio de su familia,
amigos, compañeros de clase...