Paulina Jaricot, impulsora de una Obra Universal
Alfonso Blas
Director de la Revista Misioneros Tercer Milenio
- Yo seré misionero de China- le decía el travieso Fileas.
- Yo puntualizaba su hermana pequeña, Paulina- iré contigo a curar a los enfermos y aponer flores en tu capilla.
- ¿No sabes -le increpaba Fileas- que las mujeres no pueden ir a China? Allí hay que montar en camellos o sobre los tigres y elefantes...
- No tengo miedo- le respondía unfana Paulina-. Me atas bien a la montura y cabalgaré contigo.
- No -le decía tajantemente su hermano- Tú no puedes venir.
La pobre Paulina, herida en su orgullo, no resistía más y estalló en un clamoroso sollozo: ¡no podía ir a China! Fileas, arrepentido y para consolarla, le dice:
- No te preocupes. Tú rezarás y prepararás manteles de altares, casullas y me enviarás mucho dinero.